Pasen, pónganse cómodos. Pueden fumar. Hay hidromiel y galletas especiadas en la mesa. Si escuchan ratones bajo la tarima no se inquieten: aquí son bienvenidos.
Traigan instrumentos musicales, si lo desean, y toquen junto al crepitar del fuego y el repiquetear de la lluvia: Cantaremos con vosotros si nos pedis que nos unamos al coro.
Os deseamos que no encontreis aqui otra cosa que labios sonrientes y mejillas sonrosadas, y si nos ponemos graves, que sea para hablar de misterios lejanos.
Tiempo habrá de charlar de muchas cosas, pero no espereis que os lo contemos todo mientras aún estais mojados en el umbral, dejadnos recibiros con una canción: una canción que contiene los versos de un poeta.
Otro día os hablaremos de ella, y de la verde Irlanda, y del joven Yeats, que compuso la letra, y de los Waterboys, que le pusieron música, y de los amigos que nos la descubrieron y de las lágrimas que se derraman oyéndola, y de las aguas y el regocijo y la esperanza y la pena por un mundo que tiene más pesares de los que podemos entender.
Os saludo, y os recibo con una canción; y si acaso hemos algún día de despedirnos, no nos habrá ido del todo mal si aún podemos despedirnos también cantando.
Afectuosamente vuestro.
Jesús Fernández.
El pequeño rey de esta charca.
The Stolen Child
(William Butler Yeats)
Where dips the rocky highland
Of Sleuth Wood in the lake,
There lies a leafy island
Where flapping herons wake
The drowsy water rats;
There we've hid our faery vats,
Full of berries
And of reddest stolen cherries.
Come away, O human child!
To the waters and the wild
With a faery, hand in hand.
For the world's more full of
weeping than you can understand.
Where the wave of moonlight
glosses
The dim gray sands with light,
Far off by furthest roses
We foot it all the night,
Weaving olden dances
Mingling hands and mingling
glances
Till the moon has taken flight;
To and fro we leap
And chase the frothy bubbles,
While the world is full of
troubles
And anxious in its sleep.
Come away, O human child!
To the waters and the wild
With a faery, hand in hand,
For the world's more full of
weeping than you can understand.
Where the wandering water gushes
From the hills above Glen-Car,
In pools among the rushes
That scarce could bathe a star,
We seek for slumbering trout
And whispering in their ears
Give them unquiet dreams;
Leaning softly out
From ferns that drop their tears
Over the young streams.
Come away, O human child!
To the waters and the wild
With a faery, hand in hand,
For the world's more full of
weeping than you can understand.
Away with us he's going,
The solemn-eyed:
He'll hear no more the lowing
Of the calves on the warm
hillside
Or the kettle on the hob
Sing peace into his breast,
Or see the brown mice bob
Round and round the oatmeal chest
For he comes, the human child
To the waters and the wild
With a faery, hand in hand
From a world more full of
weeping than he can understand
El niño robado
(William Butler Yetas)
se hunden en el lago,
hay una isla frondosa
donde las garzas aleteando despiertan
a las somnolientas ratas de agua:
Allí escondimos nuestras tinajas feéricas
rebosantes de bayas
y de las más rojas cerezas robadas.
Ven, oh, criatura
humana!
a las aguas y lugares
solitarios
con un hada de la
mano,
pues hay más llanto en
el mundo que el que puedes comprender.
Donde la onda lunar barniza con su luz
las oscuras arenas grises,
más allá en los confines de Rosses
bailamos toda la noche,
tejiendo antiguas danzas,
mezclando manos y miradas
hasta que la luna ha huido;
saltamos aquí y allá,
cazamos las espumosas burbujas,
mientras el mundo está lleno de aflicciones
y duerme un sueño agitado.
Ven, oh, criatura
humana!
a las aguas y lugares
solitarios
con un hada de la
mano,
pues hay más llanto en
el mundo que el que puedes comprender.
Donde brota el agua errante
de las colinas que se alzan sobre Glen-Car
en pozos entre los juncos
que apenas bañarían una estrella,
buscamos la trucha dormida
y susurrando en su oídos
les damos inquietos sueños;
inclinándonos suavemente
entre helechos que lloran
sobre las jóvenes corrientes.
Ven, oh, criatura
humana!
a las aguas y lugares
solitarios
con un hada de la
mano,
pues hay más llanto en
el mundo que el que puedes comprender.
Con nosotros se está yendo
el de los ojos solemnes:
No oirá más el mugido
de los becerros en la templada ladera,
ni al caldero en la llama
cantando paz en su pecho,
ni verá los castaños ratones
agitarse en torno al cajón de la avena.
Pues viene, la
criatura humana,
a las aguas y lugares
solitarios
con una hada de la
mano,
de un mundo donde hay
más llanto que el que puede comprender.
(Versíon según la edición de Alianza Editorial "W.B Yeats. Antología Bilingüe." Traducida por Enrique Caracciolo Trejo)
Nota: Como poeta no estoy completamente de acuerdo con la traducción de algunos versos, pero como he utilizado prácticamente toda la traducción de Caracciolo, he preferido dejarla intacta con sus aciertos y dificultades. Sean para él las quejas o la gloria y, desde luego, nuestra gratitud por traernos a Yeats.
Larga vida a las charcas y sus habitantes, a los verdes prados y las canciones en una noche de invierno frente a la chimenea!!!!!
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